Rostrillo. Realizado en plata dorada y decorado con piedras preciosas, este rostrillo tiene unas dimensiones de 18 x 14 cm y una forma ovalada característica. Su diseño incluye círculos y rombos grabados, formando una guirnalda de topacios engarzados que sostiene una cenefa adornada con motivos vegetales. Esta cenefa está también enriquecida con topacios y filigranas. En la parte superior, a la altura de la frente, se encuentra un gran topacio ovalado de valor incalculable como elemento principal. A lo largo de toda la pieza se distribuyen pequeñas flores decoradas con diamantes. En total, cuenta con 41 topacios y 32 diamantes. Estas piedras pudieron ser desmontadas de otras joyas ya existentes heredadas por esta importante familia.
Esta joya fue un regalo a la Virgen del Valle por parte de María del Rosario Bermuy y Aguayo, marquesa de Peñaflor. La pieza fue encargada en 1841 a un platero anónimo, y por ella se pagaron 950 reales.
Rosario Bernuy Aguayo nació en 1805 en el seno de una familia noble. Era hija de Juan Bautista Bernuy Valda y de María del Carmen Aguayo Aguayo, quienes ostentaban el título de marqueses de Benamejí.
Contrajo matrimonio con Fernando Pérez de Barradas Arias de Saavedra, miembro de la familia aristocrática que ostentaba el título de marqueses de Peñaflor. Al casarse, Rosario recibió el título de marquesa consorte de Peñaflor. Rosario vivió durante gran parte del siglo XIX teniendo gran devoción a la Virgen del Valle y ejerciendo posiblemente el cargo de camarista, falleciendo en 1888. Su vida estuvo marcada por los lazos familiares entre algunas de las casas nobiliarias más influyentes de Andalucía, contribuyendo a la consolidación de alianzas entre los linajes de Benamejí, Peñaflor y Luque.
No comments:
Post a Comment