Sunday, February 9, 2025

Virgen del Valle del Monasterio de Santa Florentina

 


El Convento de Santa Clara de Sevilla acogió hace unos meses la exposición "Devociones populares en las clausuras de Sevilla", que incluye entre sus tesoros una imagen de Nuestra Señora del Valle, Patrona de Écija. Esta obra, venerada desde tiempos remotos, remonta su historia a antes de la invasión musulmana en el convento de religiosas dominicas de Santa Florentina, el monasterio de monjas más antiguo de España. En este artículo, exploraremos en profundidad esta joya de la imaginería que, desde 1718, sigue siendo un testigo de la importancia historica de nuestra Patrona en los orígenes de este monasterio.

La Imagen de Nuestra Señora del Valle

La comunidad de religiosas dominicas de Santa Florentina guarda con celo desde 1718 esta imagen de autor anónimo  de la Virgen del Valle, de autor anónimo y de magnífica factura. Situada en el coro de la iglesia, en el lado de la Epístola, se trata de una imagen de candelero, lo que significa que solo tiene talladas la cabeza y las manos. En contraste, la figura del Niño Jesús es de talla completa.

 La Virgen mide 110 cm de altura y aparece representada de pie, sosteniendo al Niño Jesús con la mano izquierda y ostentando un cetro con la derecha. Su rostro es delgado, con labios finos y encarnados, nariz larga y estilizada, y ojos almendrados que incluyen pestañas postizas y cejas finamente policromadas. Los brazos de la imagen se encuentran abiertos en actitud de gracia y acogida.

El Niño Jesús que sostiene en su brazo izquierdo también presenta  ricas vestimentas, al igual que la Virgen. 

Los Atributos de Nuestra Señora del Valle



La imagen de Nuestra Señora del Valle está adornada con una serie de atributos que refuerzan su carácter real; sostiene en su mano derecha un cetro, mientras que con la mano izquierda sujeta al Niño Jesús.

Entre los adornos más destacados, encontramos la corona imperial y el resplandor de plata que rodea a la Virgen. A sus pies, la media luna de plata simboliza su pureza inmaculada y su victoria sobre el pecado. Por su parte, el Niño Jesús porta potencias de plata. Estos elementos, elaborados en plata de ley, nos recuerda a la iconografía de la Virgen del Valle en épocas pasadas inmortalizada en diferentes grabados y pinturas.

El Retablo de Nuestra Señora del Valle



La imagen de Nuestra Señora del Valle se encuentra enmarcada en un majestuoso retablo barroco realizado en madera policromada, decorado con abundantes motivos vegetales y otros detalles ornamentales característicos del siglo XVIII. El diseño del retablo está compuesto por un gran arco de medio punto abocinado, sostenido por columnas salomónicas que añaden dinamismo y riqueza al conjunto.





En las enjutas del arco, destacan dos figuras de ángeles niños, cuyo delicado trabajo escultórico refuerza la atmósfera celestial. Sobre la clave del arco, se sitúa un relieve rectangular que actúa como ático, representando a Nuestra Señora del Rosario acompañada por Santo Domingo, en una clara referencia a la orden dominica. El intradós del arco está decorado con dos óvalos pintados que representan a San Juan Evangelista y a Santa Florentina. Encontramos también pinturas relacionadas con las letanías de la Virgen.





Por último, el retablo presenta inscripciones que identifican y datan la obra. Entre ellas, se puede leer: “AVE MARÍA GRATIA PLENA DOMINUS TECUM”, junto con la mención explícita de “AÑO DE 1718” y “NUESTRA SEÑORA DEL BALLE”. .













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