Tuesday, November 26, 2024

Marcha: Virgen del Valle de Écija - Felipe Campuzano

 



A finales del siglo XX, Felipe Campuzano, un maestro del piano y un enamorado de las raíces andaluzas, decidió rendir un homenaje especial a la Virgen del Valle de Écija, a quien dedicó una de sus composiciones más personales: una marcha procesional que, al igual que la devoción que la inspira, se extiende más allá de lo convencional.

Esta pieza, de una duración inusual para el género, nace de la profunda conexión de Campuzano con el alma de Andalucía y su tradición mariana. En cada nota de esta marcha se percibe la intención del compositor de capturar la esencia de la Virgen del Valle: su belleza serena, su capacidad para unir a su pueblo y la fe inquebrantable que despierta en quienes acuden a ella.

Lejos de ser una pieza destinada solo a los grandes desfiles procesionales, esta obra se siente como una oración hecha música. Quizás por eso, aunque extensa, no cansa: cada compás parece una reverencia, cada melodía, una súplica, y cada nota, una ofrenda a la mayor devoción de los ecijanos.



Felipe Campuzano (nacido el 7 de marzo de 1945 en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz) es un reconocido pianista y compositor español, considerado uno de los máximos exponentes de la música española contemporánea. A lo largo de su carrera, ha fusionado con maestría el alma del flamenco y la tradición popular con la técnica clásica del piano, creando un estilo único y profundamente evocador.




Monday, November 25, 2024

El terno de los Almazán: Un regalo de Grandes de España



La Virgen del Valle atesora una de los más significativas obras del textil religioso en su ajuar: un terno regalado por Don Manuel Mariátegui y Vinyals, VII Conde de San Bernardo, y su esposa, Doña María del Rosario Pérez de Barradas y Fernández de Córdoba, Duquesa de Monteleón y XIII Marquesa de Peñaflor.
Este matrimonio, emblema de la nobleza española del siglo XIX, ambos fueron reconocidos con la importantísima distinción de  Grandes de España. Este ilustre matrimonio residía en su palacio en la capital española, dado el destacado papel de Manuel, no solo en la nobleza sino también en la política, habiendo sido Ministro de Estado y Alcalde de Madrid. De esta unión nacieron tres hijos, entre los cuales destaca Alfonso Mariátegui y Pérez de Barradas, XIV Marqués de Peñaflor y XI de Cortes de Graena, quien ostentó el cargo de Gentilhombre de Cámara de Su Majestad el Rey Alfonso XIII, con ejercicio y servidumbre, y fue caballero de la Orden Militar de Montesa. Contrajo matrimonio con M° Araceli S. Fernández de Córdova, Duquesa de Almazán.

Don Alfonso y Doña María de Araceli
Don Alfonso y su esposa Doña María Araceli.
A pesar de residir habitualmente en un palacio de Madrid, debido a los compromisos políticos y sociales de Don Manuel Mariátegui y Vinyals,  la familia nunca dejó de retornar a sus raíces en Écija, la ciudad natal de la madre. Este regreso anual estaba motivado por su profunda devoción a la Virgen del Valle, a quien rendían homenaje durante las festividades en su honor, especialmente en septiembre.

La creación del terno que hoy se conoce como una de las joyas textiles más importantes de la Virgen del Valle se sitúa, según los expertos, en la última década del siglo XIX. Aunque no se dispone de documentación exacta que precise el año de su confección, se sabe que este espléndido conjunto fue lucido por la Virgen en la procesión del 8 de septiembre de 1917. 

Dicho terno según han sugerido algunos estudiosos podría haber sido previamente un rico vestido de boda de alguna descendiente de esta importante familia y posteriormente adaptado a las dimensiones de la imagen, aunque otros opinan que fue expresamente realizado para la Virgen. Está compuesto por un manto y una saya elaborados con tejido beige de altísima calidad, bordados con seda gris, hilos de oro y plata, piedras preciosas y perlas, y adornados con encajes y flecos de plata que reflejan la excelencia artesanal de la época. La saya incluye bajo dosel los escudos de las familias Mariátegui y Pérez de Barradas, junto con inscripciones que exaltan su mensaje de fe: "MARÍA TE GUÍE", "GLORIA NON MORITUR" (La gloria no muere), y "SINE IPSO FACTUM EST NIHIL"(Sin Él no se hizo nada. - Referencia a un pasaje del Evangelio de San Juan 1:3: "Sin Él no se hizo nada de lo que se ha hecho"). Además, las flores de lis enriquecidas de piedras preciosas distribuidas en el diseño aportan un toque de distinción y simbolismo real.















Friday, November 8, 2024

Salida extraordinaria 2 y 3 de noviembre de 2024 - La crónica.

Virgen del Valle en Calle José Canalejas en su regreso triunfal el 3 de noviembre. Foto de Miguel Zayas.

                                                                       2 de noviembre.

              Virgen del Valle en el cementerio (izquierda) y barriada del Valle (derecha) en su traslado el día 2 de noviembre. Fotos de Miguel Zayas.

Contra todo pronóstico meteorológico, aquel 2 de noviembre amaneció radiante. A las ocho y media de la mañana, la cruz de guía salía de la parroquia bajo los primeros rayos del sol, acompañada por el alegre canto de los pájaros que revoloteaban de un lado a otro. La Virgen del Valle, con su majestuosa presencia, recorrió nuestras calles entre repiques de campanas, sobre un paso de dimensiones reducidas, perteneciente al Corpus Christi de la localidad de Algaba (Sevilla), que había sido gentilmente cedido para la ocasión. La Santísima Virgen llevaba un manto morado en señal de conmemoración de los fieles difuntos, y su valiosa colección de relicarios resplandecía a la luz matutina. La saya bordada en oro sobre tisú de plata y la corona bañada en oro del siglo XIX completaban su vestimenta, junto a una toca de sobremanto de calidad inferior al resto del conjunto. El Divino Ecijanito, como cariñosamente se le conoce en nuestro pueblo, resplandecía en una preciosa túnica de tul, coronado por una ráfaga de oro engastada con esmeraldas.

 Fue un espectáculo conmovedor ver cómo la imagen recorría la histórica calle Mayor bajo la luz del alba, acompañada por un numeroso cortejo de fieles. Écija, sin apenas ser consciente de ello, revivía una escena histórica que no se repetía desde hacía casi dos siglos. La Virgen volvía a transitar los caminos que conducían a su antiguo y desaparecido santuario en las afueras de la ciudad. Momentos de gran emoción se vivieron en la barriada del Valle, donde fueron entregados numerosos ramos de flores a la Virgen. No faltaron vítores de agradecimiento por su visita, ni plegarias pidiendo protección y seguridad para el barrio. Tras un largo recorrido, la imagen llegó al cementerio municipal, que con honor lleva el nombre de la Virgen. 

Pocos olvidarán los intensos momentos vividos allí, en un profundo silencio, mientras la venerada imagen recorría las calles del cementerio, encontrándose con aquellos devotos que ya habían partido de este mundo. Muchos de ellos, en su testamento espiritual, pidieron que su lápida reflejase la bendita devoción a la Virgen. Lágrimas y emociones se desbordaron en cada rincón, y, tal como estaba previsto, la Virgen presidió la Santa Misa celebrada en el cementerio, dedicada a los fieles difuntos. Posteriormente, emprendió su regreso a la barriada del Valle, donde hizo su entrada en la ermita de Nuestra Señora del Valle, situada en la moderna construcción de la Parroquia  San Juan de Ávila. Esa tarde, el barrio acompañó con fervor a la Virgen, participando en diversas actividades pastorales en torno a la imagen sagrada.


                                                                       3 noviembre.

Virgen del Valle en su regreso triunfal a Santa Cruz el 3 de noviembre. Fotos de Miguel Zayas.


Virgen del Valle en calle Zamoranos
rindiendo homenaje a las víctimas de
la Dana. Foto Miguel Zayas.
Bajo un cielo azul, tras la misa en acción de gracias, la Banda de Música AMUECI llegó a la ermita, tocando alegres pasodobles en pasacalles. Los vecinos aguardaban expectantes desde sus balcones. Con media hora de retraso respecto al horario previsto, la milagrosa imagen, en esta ocasión vestida con un rico manto verde de expolín bordado en sedas y la rica toca bordada de las estrellas, salió a las calles del barrio entre vítores y bajo los sones de su marcha "Coronación del Valle" del compositor local Luis Hidalgo. Los vecinos del Valle despedían a la Virgen, mientras que los de los Pisos Amarillos la recibían con una calurosa bienvenida, en un ambiente de gran expectación.

El paso se adentró en las calles de los propios bloques, donde no faltaron lágrimas, flores, cantos y una multitud de emociones compartidas por los vecinos, quienes revivían aquella estampa histórica, 25 años después de su Coronación Canónica. También se registró una gran afluencia de público en el barrio de San Agustín, donde la imagen hizo su entrada acompañada de la marcha "Reina de los Gitanos", un bonito guiño a la Virgen de los Dolores de la Sangre. En la calle Zamoranos se interpretó un emotivo canto del Ave María con órgano, seguido de una levantada por parte del equipo de capataces, en homenaje a las víctimas del trágico suceso de la DANA.

Ya de vuelta al centro histórico, la Virgen fue recibida con las calles adornadas con flores de papel y numerosos gallardetes, una labor realizada por un numeroso grupo de jóvenes, fervientes devotos de la Virgen. Una gran petalada y numerosos vítores devocionales pusieron el broche de oro a esta salida histórica, que culminó en la Parroquia de Santa Cruz, donde se entonó el himno de la Virgen.